Amo la palabra escrita,

la que libera las alas de la imaginación

y me permite viajar en el tiempo, volver a lugares perpetuados en la memoria o imaginar mis propios ambientes,

la que me faculta a  ampliar mis ideas y corregir las mismas

si no me convencen,

amo la palabra escrita, la que me concede exorcizar mis miedos,

y vivir vidas que no son mías,

crear escenarios idealizados por el anhelo de justicia,

la que utilizo para  alzar la voz y no ser un pacato

al servicio del silencio impuesto por quienes

nos imponen su marioneta de turno.

Amo la palabra escrita 

la que me útil para decirte que te amo,

que soy un esclavo de tus piernas y tu espalda,

que tus ojos siempre serán el espejo de mi alma

la que me habilita pedirte perdón por mis errores

y agradecerte el primer café de mis mañanas.

Amo la palabra escrita, la que me acerca a mis hijos cada día en un te amo,

no importando la distancia,

la que me ha llevado a conocer otras culturas,

a estar en las manos de personas que me leen,

que únicamente saben de mi por mis palabras,

con las que he intentando conquistar su alma, por eso y más

AMO LA PALABRA ESCRITA.